LOS DEMONIOS NO TIENEN PODER

Los Demonios No Tienen Poder

 

Introducción

 

En este capítulo quiero mostrar cómo la conquista de Cristo sobre Satanás (lo cual, lo dejó sin poder) también nos da poder sobre los demonios y libertad del temor hacia los mismos.

 

La mayoría de los problemas que tenemos como cristianos no proceden de los demonios o del diablo. Son problemas con los que tenemos que enfrentarnos dentro de nosotros mismos. Nuestro enemigo "interior" es nuestra propia carne o nuestros deseos egoístas. Nos ocuparemos de este aspecto en otro capítulo.

 

Nuestros enemigos "exteriores" son el diablo y sus demonios. Nos ocuparemos de nuestros enemigos "exteriores" en este capítulo.

 

Repaso

En el capítulo anterior vimos cómo la victoria de la cruz trajo la derrota al diablo.

 

Su dominio (o derecho para regir) sobre los hombres "nacidos de nuevo" le fue arrebatado. Ya no tiene poder ni autoridad para gobernar nuestras vidas.

 

Somos hijos e hijas reales en la familia poderosa de Dios. Cristo y su familia son escogidos para regir y reinar sobre TODA la tierra. Este es nuestro destino real y nuestro llamado divino. Estamos siendo entrenados y preparados para gobernar y reinar con Cristo.

 

El único poder que Satanás tiene ahora es el poder de la INFLUENCIA. Todavía intenta engañarnos a través de palabras, obras y maravillas mentirosas. Busca convencer a los cristianos para que piensen que todavía es el que manda.

 

Esto es un gran peligro para nosotros. Tenemos que defendernos. Satanás intentará privarnos y robarnos tantas bendiciones como se lo permitamos.

 

La verdad que este capítulo encierra, nos liberará y mantendrá libres de la influencia del diablo que produce el temor.

 

A. LA LIBERTAD DEL TEMOR A LOS DEMONIOS

Los demonios son seres espirituales que son agentes del diablo. Cooperan con él y hacen su obra. Sus acciones malas están contra Dios y el hombre. Algunos estudiantes de la Biblia creen que los demonios son ángeles inicuos que cayeron del cielo con Satanás después que se reveló contra Dios (vea Isaías 14:12-14). De cualquier modo, su presencia y actividad se ven claramente en la Biblia (Vea Sección D9, es una enseñanza extensa sobre lo que la Biblia dice sobre los demonios).

 

Como ya dije en el primer capítulo, cuando yo era un cristiano joven el mismo pensamiento de los demonios llenaba de temor mi corazón. Muchos cristianos temen al poder y actividad demoniaca.

 

Así que, es muy importante que nos liberemos de un temor así. Y la razón es ésta: El temor es para el diablo como la fe es para Dios.

 

1. Temor Atrae Poderes Demoniacos

Deje que me explique. La fe atrae a Dios a nuestra vida diaria. Actúa como un imán y arrastra o atrae el poder de Dios a nuestras vidas. La fe trae Su vida a las nuestras.

 

Ahora bien, el miedo actúa de la misma manera. Es también una fuerza muy "atrayente". Sin embargo, atrae los poderes malvados de la oscuridad. Estas son fuerzas "mortales" porque eso es lo que producen: muerte. Pueden matar nuestra paz y gozo en el Espíritu Santo.

 

Si la vida en Dios habla de amor, alegría, paz..., entonces la muerte habla de odio, tristeza, desánimo... En otras palabras, el miedo abre las puertas, en nuestros corazones, a toda clase de pensamientos y sentimientos tenebrosos y malvados. Cuando nuestras emociones se llenan de miedo, esto puede llevarnos a la esclavitud y a la servidumbre. Acabamos sirviendo a lo que tememos.

 

2. La Fe Y El Temor No Se Mezclan

Dios habló repetidamente a los dirigentes de Israel sobre la fe y el temor. Se les dijo firmemente que confiaran en Dios y que no mostraran temor hacia otros dioses o hacia sus enemigos: "Sed fuertes y de mucho valor… No temáis a los dioses de los amorreos" (Jos 1:9; Jue 6:10).

 

Como el aceite y el agua, la fe y el temor no se mezclan. Si empezamos con fe y la expresamos resistiendo al diablo, nuestro enemigo huirá de nosotros (Stg 4:7). Si aceptamos el miedo, los poderes de la oscuridad (el diablo y los demonios) nos esclavizarán y la fe huirá de nosotros. Es así de sencillo.

 

3. Se Necesita Equilibrio

El diablo busca engañarnos, ya sea por medio de esconder la verdad o tomando una parte de la verdad y llevarla demasiado lejos. A los demonios le gustaría que nosotros:

 

• Pensáramos que son inactivos o que ni siquiera existen, o

• Que veamos al demonio detrás de cada problema de nuestra vida.

 

En los últimos años, algunos han hablado tanto de los demonios que mucha gente ha sido arrastrada por un gran temor. En lugar de verse libre de sus problemas, ellos tienen añadido el peso del horror. Cualquier doctrina o enseñanza puede ser dañina o peligrosa si se enfatiza demasiado o se enseña de una manera que no es la verdadera relación con la Biblia.

 

Conocí a una señora hace unos años que estuvo a punto de volverse loca por temor a los demonios. Se convirtió en una persona muy temerosa tras sentarse durante una semana entera bajo la enseñanza de cierto evangelista. La enseñanza que ella oyó la llevó a creer que su casa estaba llena de diablos. Tenía miedo de que cada habitación, armario y salita, tuviera demonios escondidos que la esperaban para dañarla.

 

Se necesitaron un par de semanas de enseñanza de la Biblia para sacarla del miedo y volverla a llevar a un lugar de fe. Todo lo que necesitamos es conocer la verdad y vivir en la libertad que ésta proporciona.

 

B. EL DIABLO NO POSEE LOS ATRIBUTOS DE DIOS

Como la señora que señalé anteriormente, algunas personas tienen miedo de los demonios porque creen que ellos poseen poderes o características que en realidad no tienen.

 

1. Los Demonios No Saben Todo

El diablo y sus demonios no saben todas las cosas, ni pueden leer nuestras mentes. No saben cómo reaccionaremos a los pensamientos o sentimientos que pongan en nuestras mentes o corazones. Tienen que esperar y ver lo que hacemos. En ocasiones, pueden familiarizarse con nuestros patrones de comportamiento, pero no pueden prever o determinar nuestras acciones.

 

Satanás ciertamente no previó el resultado de su ataque contra Job. Tampoco esperó que la victoria le llegaría a Jesús a través de la cruz.

 

2. Los Poderes Demoníacos No Pueden Estar En Todas Partes Al Mismo Tiempo

Ciertamente se sintieron muy molestos de estar alrededor de Jesús. También, abandonaron rápidamente la escena cuando se enfrentaron con los apóstoles en el libro de los Hechos.

 

3. Los Demonios No Son Todopoderosos

Cuando David cantó al Rey Saúl, el espíritu malo que le molestaba a éste, se apartaba. La alabanza y la adoración poderosa del Señor, lanzan fuera las fuerzas demoniacas.

 

4. Características Que Pertenecen Solamente A Dios

Como veremos, aun los creyentes nuevos, cuando se someten a Dios, pueden hacer que el enemigo huya. De hecho, las características anteriores, pertenecen solamente a Dios. Solamente Él es:

 

a.           Omnisciente: que lo sabe todo

 

b.           Omnipresente: que está presente en todas partes

 

c.           Omnipotente: que es todopoderoso

 

5. Una Puerta Abierta

El diablo y sus demonios pueden atacarnos. Sin embargo, no pueden entrar en nuestras vidas a menos que les abramos la puerta por el camino de:

 

a.           duda

 

b. desobediencia o

 

c. engaño

 

No poseen los atributos del Dios Todopoderoso. De hecho, el enemigo no es un obstáculo para un cristiano informado: uno que esté caminando en fe y obediencia.

 

Entre más pronto aceptemos esta verdad, más rápido nos apartaremos del temor para entrar en la fe y de la derrota para entrar en la victoria. Estos son principios básicos para la vida cristiana victoriosa.

 

C. EL DIABLO Y SUS DEMONIOS HAN SIDO DERROTADOS POR CRISTO JESÚS

Nuestra victoria sobre los poderes diabólicos está señalada claramente en la Escritura. Uno de los versículos clave se encuentra en la carta de Pablo a la iglesia en Colosas: "Dios desarmó y derrotó a los principados y poderes – a los espíritus demoniacos que gobernaban. Los exhibió públicamente. Dios obtuvo la victoria a través de Cristo y de Su cruz" (Col 2:15).

 

En este pasaje se nos dice que Dios ha desarmado y derrotado a los poderes de los espíritus del mal que gobiernan al mundo. Esto se refiere a los demonios poderosos que forman parte de las fuerzas de Satanás. Se les privó de sus armas y autoridad. Ahora no tienen defensa y han sido degradados. Esto es un cuadro muy vívido de un desfile de la victoria, en el cual el enemigo derrotado, es expuesto a la vergüenza pública. Es una victoria que fue ganada por el Señor Jesucristo en el Calvario cuando fue crucificado.

 

1. La Derrota Significa La Rendición De La Autoridad

Hace algunos años estuve en la cubierta del acorazado Missouri. Treinta años antes, en el mismo sitio donde yo estaba, el general japonés Toj se rindió al general MacArthur de los Estados Unidos. La ceremonia de rendición tuvo lugar en 1946, en la bahía de Tokio. Los japoneses habían sido ya derrotados por las fuerzas militares aliadas.

 

La ceremonia fue bastante dramática. El General Toj subió a bordo del acorazado Missouri vestido con su uniforme de gala. Con él, estaban hombres de alto rango tanto del gobierno como de los círculos militares. Llegó como el comandante en jefe de las fuerzas armadas japonesas. Entonces, el General MacArthur subió al barco con los hombres que representaban al gobierno y a las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Era un encuentro personal y cara a cara.

 

El General MacArthur se acercó y arrancó todas las medallas militares, cintas y condecoraciones de Toj. Después, agarró y arrancó los emblemas de autoridad que llevaba en los hombros. Quedó reducido a un hombre derrotado y degradado sin poder ni autoridad.

 

La ceremonia de rendición fue finalizada por el General Toj cuando agarró la espada que llevaba al costado y se la entregó al General MacArthur.

 

Cuando Toj se rindió, no era solamente su propia derrota personal. Todas las fuerzas combinadas del aire, ejército, marina y militares del Japón, se rindieron y quedaron desprovistas de poder. Fue un momento de victoria y triunfo para los Estados Unidos y sus aliados. Fue una derrota y rendición total para los generales japoneses y sus tropas. La guerra había sido ganada.

Esto fue lo que sucedió en el Calvario. Satanás y todos sus demonios, fueron totalmente derrotados. Fueron expuestos a un despliegue abierto de vergüenza y degradación en aquella mañana del domingo de Resurrección. Las palabras del himno famoso de Robert Lowry cuentan la historia de una manera muy hermosa:

 

"De la tumba se levantó

Con un triunfo poderoso sobre

sus enemigos

Se levantó victorioso del

dominio tenebroso

Y vive para siempre con sus

santos para reinar

Se levantó. Se levantó.

Aleluya. Cristo se levantó"

 

2. Autoridad Transferida

Cristo, ahora sostiene para siempre en Sus manos las llaves del infierno y de la muerte. Las sostiene porque venció al pecado, a Satanás y a la muerte. Fue totalmente triunfador sobre el diablo, sobre los principados y los poderes. Ganó todo.

 

No solamente fue su victoria, sino también la nuestra. La victoria del General MacArthur no sólo fue para él, mas fue una victoria que todo el pueblo de los Estados Unidos y sus aliados disfrutaron. La victoria de Jesús es la misma para todos nosotros los que le amamos y le servimos.

 

Jesús murió avergonzado para que pudiéramos vivir victoriosos. Tenemos que verlo. Tenemos que conocerlo. Tenemos que caminar a la luz de esa revelación. Es nuestra clave para la vida cristiana victoriosa.

 

a. Sin Autoridad Sobre Creyentes. Es importante saber que cuando el diablo fue derrotado, también lo fueron todas sus fuerzas demoníacas. No tienen autoridad ni poder sobre nuestras vidas, excepto, el que nosotros les permitamos que tengan.

 

Se cuenta la historia de un sargento del ejército de los Estados Unidos que fue internado en un campo japonés de prisioneros de guerra. Después de que Japón se rindió, el general japonés que estaba a cargo del campamento, mantuvo su mando. Esperaba que un oficial de alto rango de las fuerzas de los Estados Unidos llegara y se hiciera cargo del mando.

 

Aprendería que un general derrotado tiene menos autoridad que un sargento, si el sargento pertenece al ejército que ha ganado la guerra. Al escuchar la rendición del general del Japón, el sargento informó rápidamente al general japonés que él y sus hombres se iban a encargar del campo. No hizo falta que esperaran. Con la firma de los papeles de rendición, el cambio de mando alcanzó hasta al soldado de rango más bajo. Incluso, un sargento del ejército podía tener el mando sobre un oficial de alto rango, si ese oficial era miembro de las fuerzas derrotadas.

 

Este es un cuadro poderoso de la autoridad del creyente. Es nuestra cuando nos colocamos bajo la dirección de nuestro Señor Jesucristo.

 

D. LOS CREYENTES TIENEN AUTORIDAD DE SOBRE LOS DEMONIOS

El triunfo de Cristo sobre Satanás en la cruz del Calvario, significa que nosotros también poseemos ese mando. Todo cristiano que vive bajo la autoridad de Dios, tiene derecho a asumir el mando y a tomar parte del mundo. Tiene la autoridad y el derecho legal de decirle al diablo (y a sus demonios) a donde tiene que ir y lo que tiene que hacer.

 

1. Autoridad A Través De Sumisión

Se nos enseña que resistamos al diablo y que veamos como huye. El Apóstol Santiago utiliza un término militar para explicar esta verdad en su epístola: "Por lo tanto, someteos a Dios. Resistid al diablo y huirá de vosotros" (Stg.4:7).

 

 

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UNA VICION QUE VIENE DEL CIELO

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¿QUIEN ES JESÚS?

El es ÚNICO.

 

Jesús es el hijo de Dios, nacido de Maria, único desde el comienzo.

 

Otros nacen para vivir; El nació para morir la noticia del nacimiento de un bebe suele traer gozo, alegría,  la noticia de su nacimiento trajo perturbación en el gobernante y el vulgo, a lo largo de su vida algunos estuvieron a su lado u en su contra´no existía la neutralidad

 

 Salmos 78:16: Pues sacó de la peña corrientes, E hizo descender aguas como ríos.
Ehizo descender aguas de las Peñas

Pues sacó de la peña corrientes,
E hizo descender aguas como ríos.

Salmos 78:16


Construyendo la Casas de Dios con una capacidad de 400 personas en la comunidad de Santa Cruz

Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que CASA DE DIOS, y puerta del cielo. 

Génesis 28:17